Nuestro estado de salud depende en gran medida de lo que comemos, por esta razón, la clave de una dieta es que sea variada y equilibrada, incluyendo alimentos de todos los grupos alimenticios, es decir, hidratos de carbono, fibra, grasas, proteínas, vitaminas, minerales y agua.
Hay que considerar, que algunos alimentos deben consumirse regularmente y en grandes cantidades, como por ejemplo cereales, frutas y verduras, mientras que otros menos nutritivos deben consumirse de vez en cuando y en pequeñas cantidades, como en el caso de los azúcares y las grasas.